Sep
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Un 4 de enero de 1936, la prensa norteamericana publicaba dos series que parecía que fueran obra de un mismo autor: Scorchy Smith y Terry and the Pirates. El parecido entre sus protagonistas masculinos, Pat Ryan y Scorchy Smith, era tal que bien podían ser el uno el reflejo del otro. Quizás porque sus respectivos autores trabajaban, como si de la línea imaginaria de un espejo se tratara, frente a frente. Milton Caniff, zurdo, y Noel Sickles, diestro, viendo como cobraban vida, en un tablero, Dickie Dare y Terry y los piratas, y en el otro, Scorchy Smith. Tres años de laboriosa amistad dieron como resultado un estilo en los cómics -el del claroscuro, la incidencia fugaz de la luz y la sombra en los objetos-, al que sin duda ambos contribuyeron.